Historia socio-ecológica del Páramo del Sol, Urrao – Antioquia
Por
Alejandro Sánchez Ortiz
Medellín
Colombia
5 de abril de 2021
Historia socio-ecológica del Páramo del Sol, Urrao – Antioquia.
Foto 1 Panorámica occidente antioqueño
Historia socio-ecológica del Páramo del Sol,
Urrao – Antioquia.
Foto 2 Páramo del Sol
De las montañas de mi tierra, el Páramo del Sol ubicado en el municipio de Urrao es la más alta de todas; es un ecosistema único en el mundo y de considerable valor para Antioquia debido a la biodiversidad que la habita y los servicios ecosistémicos que brinda para el departamento y Colombia. Con este texto histórico en formato fotográfico busco contribuir a la divulgación de la importancia ambiental e histórica del Páramo del Sol, destacando los servicios ecosistémicos de abastecimiento, regulación y culturales que brinda; hacer memoria de su historia, para mostrar su importancia en la tradición cultural antioqueña; y finalmente quiero resaltar fotográficamente la belleza de su biodiversidad y de los procesos ecológicos que hacen de este lugar un ecosistema estratégico para la conservación en el departamento y en el país.
Foto 3 Páramo del Sol
Antes de la llegada de los españoles al nuevo mundo y específicamente al occidente Antioqueño, el Valle del Penderisco sobre el cual se eleva el Páramo del Sol era habitado por los indígenas Catíos, su poblado más importante se llamó Xundabé, o nido de pájaros en su idioma. En la actualidad, el territorio Catío se limita en el occidente de Colombia entre las cuencas de los ríos Atrato y Cauca; y desde Caramanta en el sur, hasta la Serranía de Abibe en el norte (República de Colombia, 1934; Arroyave J. C., 2009). No obstante, su distribución se puede rastrear en la tradición oral de indígenas en América Latina, desde el sur de Costa Rica hasta el norte de Ecuador (Velez, 1982).
Foto 4 Panorámica Valle del Penderisco
En la tradición oral Catía, se evidencia la estrecha relación espiritual que desarrollaron con la naturaleza con la que cohabitaron el territorio. Los Catíos incluyen en sus relatos tradicionales diversos animales y plantas, silvestres y domésticos, y lugares geográficos del territorio de especial importancia para ellos; ejemplo de estos relatos se pueden encontrar en “Personas que se volvieron animales” o “La culebra Jepa” disponibles en Vélez (1982). Así mismo, en la cosmogonía Catía, Caragabí es el Dios creador del mundo, quien un día
se transformó en colibrí para perseguir a la diosa Gentzerá quien había encerrado el agua en lo alto de una montaña que frecuentaba para bañarse. Caragabí derribando la puerta del pozo donde la diosa Gentzerá se bañaba, permitió que el agua se derramara formando los ríos y mares (Velez, 1982).
Foto 5 Colibrí del Sol
En 1513 llegaron los primeros colonizadores españoles al Valle del Penderisco comandados por Vasco Núñez de Balboa (1475-1519) con el objetivo de buscar tesoros. Embarcaron en Panamá con el propósito de navegar río arriba desde la desembocadura del Río Atrato y luego remontar por el rio Murrí (culebra en Catío). Los españoles exploraron el territorio y desde lo alto de las montañas de la cordillera Occidental lograron observar por primera vez el Mar del Sur, que 1520 sería llamado Océano Pacífico por Fernando de Magallanes (1480- 1521), cuando completó por primera vez la vuelta al mundo (Arroyave J. C., 2009).
En 1539 la Corona encomendó el territorio a Pedro de Frías, quien enfrentó a los indígenas Catíos liderados por el cacique Toné, para hacer efectivo el cobro de tributos por el uso de las tierras conquistadas. El cacique Toné de Xundabé, enfrentó a los españoles en diversas
batallas con el fin de salvaguardar la libertad de su pueblo; sin embargo, en la batalla de Negobarco de 1557, los Catíos fueron finalmente derrotados y perdieron el poder sobre el territorio (Arroyave J. C., 2009; Vélez, 1981). Desde entonces los colonizadores se establecieron como poseedores de la región, y empezó la migración de familias al poblado. El nuevo poblado tuvo varios nombres, hasta 1780 cuando oficialmente se funda Urrao, para
luego en el año 1834 durante la época Republicana, ser finalmente nombrado Municipio de Urrao (Arroyave J. c., 2002; República de Colombia, 1934).
Foto 6 Escultura Cacique Toné. Autor Humberto Elías Vélez Escobar. Parque Principal de Urrao.
El primer científico que visitó el Páramo del Sol fue Agustín Codazzi (1793-1859) en 1852 (Arroyave J. c., 2002). Posteriormente, a comienzos del siglo XX lo visitó Roberto Scheibe (1859-1923), geólogo alemán, y científico fundador y director de la Comisión Científica Nacional de 1916. Scheibe dijo sobre el Páramo del Sol que fue gigantesco Nevado y que
posee una laguna de origen glaciar (Arroyave J. c., 2002; República de Colombia, 1934). A partir de entonces, la riqueza biológica de la región, específicamente la de plantas y orquídeas, se difundió entre los naturalistas y comerciantes del mundo, quienes llegaron a la región con el objetivo de colectar especímenes vivos con fines científicos y comerciales. Entre la segunda mitad del siglo XIX y la primera del siglo XX muchos naturalistas colectaron grandes cantidades de individuos, no solo de plantas sino también de animales como anfibios, reptiles y aves, lo cual provocó el deterioro ecológico del Páramo (IAVH I. d., 2015 a).
En la segunda mitad del siglo 20 el deterioro causado en el Páramo del Sol por la extracción continua de recursos naturales incentivó el interés nacional por conocerlo, que se vio reflejado en la producción cultural y científica de la época. Los habitantes de Urrao fueron los primeros en demostrar la importancia que tiene para ellos el Páramo a través de las manifestaciones artísticas y culturales, por ejemplo, para el artista Humberto Elías Vélez Escobar (1943), autor de las esculturas “Cacique Toné” y “La Fuerza de mi Pueblo” que se encuentran en el parque principal Urrao; o para el fotógrafo de naturaleza Pablo Emilio Herrera Durango (1964) quien ha logrado capturar una gran cantidad fotos de las diferentes especies de orquídeas en estado silvestre. También sirvió como inspiración para el poeta urraeño Jesús Rodríguez Jaramillo (1925-1976), quien bautizó el Páramo que hasta entonces era conocido como morro de Frontino. Los poemas en los que bautiza el Páramo se llaman, El rio de la miel y de los niños, y dice así:
“…Se despierta arrullado entre catleyas albas
por el aire más puro del Páramo del Sol;
se entretiene con niños de nube por las faldas
y desciende hasta el valle donde reside Dios…”
y el segundo poema se llama Canto al rio de mi infancia, y lo nombra en el verso que dice así: (Arroyave J. C., 2018):
“…Y el Páramo del Sol, que así lo nombra
el que sus verdes cúpulas le incendia,
perdido en el jazmín de su alto vuelo,
se empina por la luz que lo sustenta…”
Igualmente, después de 1950 los científicos colombianos motivados por conocer mejor los recursos biológicos propios, tan buscados por los naturalistas extranjeros y apreciados en el exterior; y, además preocupados por el deterioro ambiental del Páramo crearon en 1964 la Sociedad Colombiana de Orquideología (SCO). La SCO se creó con el fin de difundir el conocimiento sobre el cultivo de orquídeas en Colombia y gestionar la protección de áreas naturales ante el gobierno nacional. De esta manera, la SCO lideró la exploración botánica del complejo paramuno Frontino-Urrao, que finalmente concluyó con en el establecimiento
del Parque Nacional Natural Las Orquídeas en 1974, y en 1975 con la Reserva Forestal Protectora Nacional Páramo del Sol, en el Acuerdo 32 de 1975 del INDERENA y posteriormente ratificada en la Resolución 402 de 1975 del Ministerio de Agricultura. (IAVH I. d., 2015 a; SCO, [1972]). Adicionalmente, desde entonces se han constituido otras áreas
con el fin de salvaguardar y conservar la riqueza biológica del Páramo: la Reserva Forestal Protectora Nacional de Frontino, dos Distritos Regionales de Manejo Integrado y 3 Reservas Forestales de la Sociedad Civil (IAVH I. d., 2017).
Foto 7 Arriero en el Páramo del Sol
En la actualidad, Urrao tiene más de 42.000 habitantes, de los cuales casi 25.000 habitan en la zona rurales del municipio, pero ninguno en el Páramo. Su población se dedica principalmente a las actividades agropecuarias, la ganadería ocupa el 20% de su territorio, y la producción agrícola incluye productos como el aguacate, el frijol, la caña, el café, el fique, el maíz y el cacao. Los habitantes de Urrao también se han dedicado tradicionalmente a la actividad forestal, para las cuales tienes grandes extensiones de bosque comercial plantado; y las actividades mineras, especialmente en la extracción de materiales de construcción y metales preciosos como el oro (Álvarez Salas, Gómez Aguirre, & Cano López, 2016; IAVH I. d., 2015 a).
Los páramos son las regiones ecológicas a mayor altitud de la línea tropical en América, África y Oceanía, están ubicadas debajo de las nieves perpetuas y sobre el límite forestal superior. En América, los páramos están principalmente distribuidos sobre la cordillera de los Andes, entre Perú y Costa Rica (IUCN U. I., 2014). Las condiciones climáticas en los páramos son muy estables durante todo el año. Su altitud está entre los 3000 y 3500 msnm (IAVH I. d., 2015 a); su pluviosidad varía entre los 500 mm y los 1000 mm anuales; su temperatura se mantiene constante en 30 en la zona de super-pármo y en 60 en el páramo. Por encima de los 3500 msnm se encuentra la zona de vida Tundra Pluvial o super páramos y la Zona de Vida Nival o de nieves perpetuas (IAVH I. d., 2007).
Foto 8 Panorámica Páramo del sol
Colombia es el país del mundo que cuenta con la mayor área de páramos, tiene aproximadamente 3 millones de hectáreas distribuidas principalmente en las bifurcaciones andinas de la cordillera Oriental (1.207.916 ha), de la cordillera Central (424.497 ha), y de la cordillera Occidental (19.657 ha). También hay zonas de páramo en Nariño y Putumayo (143.544 ha), y en la Sierra Nevada de Santa Marta (137.426 ha) (IAVH I. d., 2015 a).
El Páramo del Sol hace parte del Complejo de páramos Frontino-Urrao situado al norte de la cordillera de los Andes, en la vertiente oriental de la bifurcación Occidental. En total, el complejo paramuno Frontino-Urrao tiene una extensión de 15.396 ha y está ubicado entre los municipios de Urrao, Santa Fe de Antioquia, Giraldo, Salgar, Betulia, Anzá, Caicedo,
Cañasgordas, Abriaquí y Frontino; 79 ha están ubicadas en el departamento del Chocó, en el municipio del Carmen de Atrato (IAVH I. d., 2015 a; IAVH I. d., 2017).
Foto 9 Panorámica Páramo del sol
El Páramo del Sol cuenta con la mayor parte de la extensión del complejo de paramuno Frontino-Urrao con 4010 ha, el 91% de su terreno presenta relieve denudativo, formado por laderas muy pronunciadas en forma de “V” debido a la erosión que causa la escorrentía. En lo más alto del Páramo del Sol, está el punto geográfico de mayor altura sobre el nivel del mar en Antioquia, a 4080 msnm; y adicionalmente, el Páramo del Sol tiene los humedales altoandinos más extensos de departamento (Álvarez Salas, Gómez Aguirre, & Cano López, 2016; IAVH I. d., 2015 a).
Foto 10 Panorámica Páramo del Sol
El ascenso al punto más alto de Antioquia permite apreciar como las condiciones ambientales, como las bajas temperaturas, la baja presión atmosférica, la alta radiación solar, los fuertes vientos y la alta humedad, cambian el paisaje, desde el tupido bosque Altoandino, pasando por la zona de transición hasta finalmente llegar hasta la zona de páramo propiamente dicho. Estas condiciones favorecieron que la biodiversidad que se adaptó a vivir allí se caracterice más por ser rara o única, que, por ser rica o abundante, por lo tanto, aunque es un lugar muy biodiverso, la fauna es difícil de observar (IAVH I. d., 2015 b).
Foto 11 Pluma
Foto 12 Bosque Altoandino
La parte inferior del Páramo está rodeado por la zona de vida de bosque altoandino, característico por presentar una cobertura vegetal con árboles que superan los 20m de altura, aunque también tiene arbustos y helechos de talla baja. En esta parte de la montaña es común encontrar gran cantidad de plantas epifitas como las orquídeas y bromelias; adicionalmente, tiene musgos que son un componente biótico muy importante para la regulación hídrica, ya que forma colchones en el suelo y en los árboles, que regulan el flujo del agua hacia las partes bajas de la cuenca (IAVH I. d., 2015 b). Adicionalmente, el bosque altoandino del Páramo del Sol es el único de la cordillera Occidental que tiene comunidades de Polylepis sp. un árbol conocido como colorado o sietecueros, que puede llegar a medir 10 m, posee flores rosadas y pendulantes de aproximadamente 2cm. (IAVH I. d., 2015 b; IAVH I. d., 2015).
Foto 13 Epífitas
La fauna de insectos que se encuentra en el suelo (edafofauna) van disminuyendo y cambiando a medida que se asciende altitudinalmente en el Páramo; siendo los insectos del páramo distintos de los insectos que se encuentran en las partes inferiores de la montaña; se han registrado hasta 157 especies de insectos en todo el complejo paramuno Frontino-Urrao y 56 especies sólo en el Páramo del Sol. Hay pocas especies de insectos que son muy dominantes, sin embargo, sí hay muchas especies raras pero que presentan poca abundancia de individuos (IAVH I. d., 2015 b). Los escarabajos son los más abundantes y diversos, mientras que las hormigas y las cucarachas son los insectos menos abundantes y ricas. Por el contrario, en el Bosque Altoandino las moscas fueron las más abundantes mientras que los escarabajos los que presentaron menor abundancia (IAVH I. d., 2015 b).
Foto 14 Insecto Páramo del Sol
En el páramo del sol se han estudiado insectos de los órdenes Coleóptera (escarabajos), Dictióptera (cucarachas, termitas y mantis); Díptera (moscas, mosquitos, tábanos, etc.) e Himenóptera (hormigas abejorros abejas y avispas). Estos insectos cumplen diferentes funciones biológicas dentro del ecosistema que ayudan a mantener el equilibrio ecológico a través del reciclaje de nutrientes y control biológico; hay especies que se alimentan de material vegetal en descomposición (saprófitos), mientras que otros se alimentan de pantas vivas o sus partes (fitófagos), participan en la formación del suelo fértil y también actúan como presas para otros animales; además participan en la polinización de las plantas (IAVH I. d., 2015 b).
Foto 15 Insecto Páramo del Sol
Por encima de la línea de bosque altoandino, entre los 3255 y 3578 msnm está la franja de transición o subpáramo, allí el paisaje está dominado por vegetación de tipo arbustiva, aunque también se pueden encontrar áreas con bosques de bajo tamaño. Aquí se pueden observar tanto especies que crecen en alturas más bajas, pero también inicia el crecimiento de plantas características de los páramos como los frailejones (IAVH I. d., 2015 b).
Las especies vegetales que crecen en el Páramo del Sol, propiamente en la zona del páramo, son de tipo herbazal de alta montaña. El paisaje está cubierto por especies vegetales que miden desee los 30 cm hasta los 3 metros de altura (IAVH I. d., 2015 b). El páramo del Sol está dominado por grandes extensiones de frailejones endémicos,
principalmente por los frailejones de nombre científico Espeletia frontinoensis, y Espeletia praefrontina (IAVH I. d., 2015 b).
La topografía del Páramo de sol permite que se presenten diferentes microhábitats en las diferentes laderas de la montaña, lo cual ha favorecido la colonización de múltiples coberturas vegetales de diferentes especies; se estima que el 60% de las plantas vasculares son endémicas para el páramo. La flora del Páramo del Sol es igualmente excepcional, se han registrado 452 especies de flora, 31 de las cuales son especies endémicas, aunque 32 especies de plantas en todo el complejo paramuno presenta algún grado de riesgo de extinción (IAVH I. d., 2015 a).
Foto 18 Microhábitat
Adicional a las adaptaciones de especie que han desarrollado las plantas para sobrevivir en el ambiente de páramo, las especies vegetales cubren el paisaje en el Páramo del Sol también desarrollaron como estrategia adaptativa vivir en asociaciones o comunidades, principalmente del frailejón E. frontinoensis en asocio con la bromelia Puya antioquensis.
Las asociaciones vegetales les sirve para optimizar el aprovechamiento de los recursos como el agua, la luz y el calor (IIAP, 2012)
Las asociaciones de plantas a su vez crean microclimas y microhábitats que sirven como refugio y fuente de alimento para los animales, por ejemplo, para los anfibios. Aunque no hay muchas especies de anfibios en el Páramo, todas son endémicas. Se han descrito 3 especies de anfibios, 2 ranas del género Pristimantis que pueden ser vistas y escuchadas entre la vegetación y troncos caídos cerca de las fuentes hídricas, tanto de día como de noche; y 1 salamandra muy abundante del género Bolitoglosa, que pueden ser observada en la noche en las asociaciones vegetales de frailejones cercanos a los nacimientos de agua; estas especies de anfibios paramunos disminuyen su abundancia a medida que se desciende altitudinalmente (IAVH I. d., 2015 b). Los anfibios controlan biológicamente
insectos y además son fuente de alimento de aves y mamíferos; los renacuajos ayudan a mantener las fuentes hídricas evitando la acumulación de material vegetal, elementos precipitados y larvas de insectos (IAVH I. d., 2017).
Se han registrado 159 especies de aves en todo el complejo paramuno Frontino-Urrao, 93 de ellas presentes en el Páramo del Sol. Las aves insectívoras son las más abundantes, aunque también hay gran variedad de nectarívoras y frugívoras. Los colibríes y los semilleros son los más diversos. Se destaca la presencia de una gran variedad de colibríes, siendo el colibrí del sol el más representativo de la región (IAVH I. d., 2015 a). El colibrí del sol o inca de Frontino (Coeligena orina) fue descrito por primera vez en 1953, y recibe su nombre porque fue visto por primera vez allí, aunque su distribución no se limita al complejo paramuno Frontino-Urrao, ya que se ha observado también en los farallones del citará,
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Jardín y el Parque Nacional Natural Tatamá. En el presente, se calcula que su población oscila entre los 400 y 2500 individuos adultos, pero se cree que está disminuyendo debido a la pérdida del hábitat y a los impactos del cambio climático; es por esto que la especie está clasificada como en riesgo de extinción (EN) (IUCN, 2012; BirdLife International, 2020).
El colibrí del sol puede medir hasta 14 cm, su pico mide 33 mm, es recto y delgado; su color es oscuro casi negro, brilla uniformemente de color verde metálico, aunque son ligeramente dorados en la grupa. Tienen una mancha gular azul metálica brillante y una mancha verde metálica iridiscente en la frente; en los machos ambas coloraciones son más brillante. La Reserva Natural de la Sociedad Civil Colibrí del Sol tiene como propósito salvaguardarlo, así como otras especies amenazadas. En general es poco lo que se sabe de su
comportamiento, pero se le ha visto generalmente entre los 2950 hasta los 3500 msnm y se alimenta de insectos principalmente (BirdLife International, 2020; IAVH I. d., 2015 a).
La fauna y flora que habita en el Páramo del Sol y en las partes bajas de lass cuenca, considerados como dos de los lugares más biodiversod del mundo: el Chocó biogeográfico y los Andes tropiclaes (Myers, Mittermeier , Mittermeier, da Fonseca, & Kent, 2000), se benefician del agua que allí se produce. La producción hídrica que ocurre en el Páramo del Sol le da el reconocimiento de ser estrella hidrográfica del Norte de la Cordillera Occidental, debido a que su principal servicio ecosistémico es el de abastecimiento hídrico. Y, junto con los bosques de las partes bajas del complejo paramuno, ayudan a regular este servicio dentro de toda la cuenca hidrográfica. Los habitantes de Urrao captan un volumen de agua aproximado de 50 m3/s, y es aprovechada para el uso doméstico y la producción agrícola y pecuaria (0.38%); sin embargo, su principal uso es en la producción de energía eléctrica (98%), y luego de la generación es devuelta al ecosistema sin cambios importantes en su composición química o física, permitiendo que siga cumpliendo su función ecológica (IAVH I. d., 2015 a).
Además de la lluvia, el agua en los páramos es producida por la precipitación horizontal. El agua se filtra gota a gota de la niebla por las plantas, gracias a las adaptaciones morfológicas que les permite tener un efecto esponja. Adicionalmente la flora paramuna adaptó su morfología con diferentes artefactos como bellos, felpas, macollas y rosetas para
proteger su punto de crecimiento de las condiciones exteriores extremas, y evitar la pérdida de agua por transpiración (Diaz-Granados Ortiz, Navarrete González, & Suarez lopez, 2005)
La regulación hídrica que ocurre en el Páramo del Sol se facilita debido a la formación del suelo que ocurre naturalmente allí. El suelo se forma gracias a la acumulación de materia orgánica producida por las plantas, pero de lenta degradación, debido a las extremas condiciones ambientales y de temperatura que limitan la supervivencia de los microrganismos e insectos que la descomponen. En el suelo, el agua es retenida en el espacio formado por la materia orgánica en distintos grados de descomposición o turberas, que son áreas pantanosas de tamaño variable que se distribuyen a lo largo del Páramo (Álvarez Salas, Gómez Aguirre, & Cano López, 2016).
El agua se libera lentamente por escorrentía hacia las corrientes hídricas que se distribuyen para aportar al Rio Atrato y el rio Cauca. Las corrientes de agua que aporta al rio Atrato, llegan primero al Río Murrí, desde los ríos la Encarnación, el rio Urrao y la quebrada las Cruces, entre otras; al Cauca, lo hace aportando agua al río La Noque (IIAP, 2012). Por otro lado, el agua se puede quedar almacenada en uno de sus humedales. El Páramo del Sol
tiene al menos 20 espejos de agua permanente, como la Laguna Puente Largo y Laguna de Campanas. Laguna de Campanas es la más alta sobre el nivel del mar en el departamento a 3900 msnm; y probablemente la de mayor volumen de Antioquia, tiene una profundidad máxima de 5,2 m y un área de 1,3 km2(IAVH I. d., 2015 a; IAVH I. d., 2007; IAVH I. d., 2017).
La laguna Puente Largo ocupa un área de 1.5 km2, tiene una profundidad máxima de 1.1 m y está a una altura de 3600 msnm, está compuesto por al menos 5 lagos permanentes interconectados. Alrededor hay zonas de pantanos o turberas, proporcionando una gran diversidad de microhábitats en montículos y pozos con condiciones favorables para el desarrollo de una gran diversidad de musgos y algas que regulan el flujo hídrico (IIAP, 2012)
Sin embargo, hay conflictos de intereses entre quienes defienden la integridad ecológica de la región y aquellos que encuentran en la industria forestal ilegal, la industria minera y aquellos que buscan la ampliación de la frontera agrícola para buscar en la agricultura una alternativa económica como forma de subsistencia. En la actualidad, el principal riesgo es la minería en caso de tener mayor aceptación por parte de los habitantes, quienes la practican como medio de subsistencia a pesar de conocer los impactos negativos en el ambiente. La situación se agrava, ya que los mineros prefieren usar madera no plantada de la región para construir los soportes de las minas, ocasionando deforestación de los bosques naturales en la región, disminución de la capacidad de regulación hídrica y contaminación de las aguas (Álvarez Salas, Gómez Aguirre, & Cano López, 2016).
En conjunto, las condiciones bióticas y abióticas del Páramo del Sol, su ubicación geográfica y el buen estado de conservación, permiten que los procesos ecológicos que allí ocurren brinden a la población servicios ecosistémicos vitales de abastecimiento y regulación del recurso hídrico; tanto para consumo humano como para la producción agropecuaria y para el mantenimiento del caudal ecológico de dos de las cuencas más biodiversas del mundo. También, ha sido importante para los artistas, quienes inspirados por la belleza de los recursos naturales del Páramo, han dejado un importante legado artístico que nos recuerda la importancia de la región en tradición cultural paisa, y de la riqueza biótica de la región del punto geográfico más alto de Antioquia.
Referencias
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